El Gobierno no solo ha incumplido su promesa de darles seguridad a los hondureños, sino de generar las condiciones y las políticas para la obtención de un empleo digno a fin de suplir las necesidades básicas de alimentación, educación y vivienda.
Esta es la situación de Mónica Rivera, una joven y atractiva profesional contable de 22 años, que todos los días sale de su casa en el oriente de la capital con la esperanza de encontrar una vacante, pero siempre regresa con el ánimo por los suelos.
“Tengo dos años de estar buscando trabajo. Desde que salí del colegio he metido papeles en varias empresas para trabajar de lo que sea, pero aún no consigo nada”, lamentó, mientras entregaba con otra amiga su currículo en la Dirección de Empleo de la Secretaría de Trabajo.
El padre de Mónica falleció hace un par de años y su madre no puede trabajar. De nueve parientes, solo su hermana mayor que vive en Estados Unidos aporta para sostener a la familia. Los demás son dependientes.
“Es una frustración. Este Gobierno no nos ha dado trabajo ni seguridad”, criticó la jovencita, rememorando el publicitado eslogan que distinguió a la campaña política del presidente Porfirio Lobo Sosa: “Trabajo y seguridad”.
Al igual que Mónica, en este momento más de 1.8 millones de hondureños padecen problemas de empleo en el país y no tienen posibilidades de conseguir un trabajo en el corto y mediano plazo.
Se estima que en 2009 había alrededor de 1.1 millones de compatriotas desempleados . En 2010, cuando asumió el Gobierno, cerró con 1.3 millones, pero en 2012 la cifra se ensanchó hasta alcanzar los 1.8 millones de desocupados y en subempleo.
La población económicamente activa (PEA) en 2012 fue de 3.3 millones de habitantes, de los cuales un 57.8%, o sea 1,944,896, estaban desempleados y en condiciones de subempleo, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Observatorio del Mercado Laboral.
El 42.2% restante, es decir 1,419,898 hondureños, tienen una ocupación, pero muchos de ellos están mal remunerados, laboran en pésimas condiciones y no todos gozan de los beneficios sociales que el Estado debe tutelar. Para los expertos, el principal problema del mercado laboral hondureño es el subempleo visible e invisible que representa el 54.1% del 57.8% de la población económicamente activa con problemas de empleo.
El subempleo es aquel que está asociado con bajos salarios, pésimas condiciones de trabajo y baja productividad.
La ocupación bajó
Al problema del desempleo se sumó que la tasa de ocupación en las áreas productivas mostró una leve disminución en los últimos tres años de gobierno, de modo que pasó de 3,253,980 hondureños ocupados en 2010 a 3,243,877 en 2012, es decir, 10 mil menos, según el Observatorio del Mercado Laboral.
La mayor parte de esta mano de obra se concentra en los sectores de agricultura, caza y pesca; industria manufacturera, construcción, hoteles y restaurantes; transporte y comunicaciones, comercio y servicios.
Curva ascendente
Lejos de disminuir, el desempleo se agudizó en los últimos tres años y medio del actual Gobierno y, aunque en 2012 mostró una leve mejoría, no logró situarse en los mismos niveles registrados antes y durante 2008.
Datos estadísticos del INE indican que la tasa de desempleo abierto en el área urbana aumentó en los tres años de la presente administración gubernamental al pasar de 3.9% en 2008 a 4.9 en 2009, 6.4 en 2010, 6.8 en 2011 y 5.6% en 2012.
Como se observa, el año pasado hubo una disminución de 1.2 puntos de la tasa de desempleo al pasar de 6.8% en 2011 a 5.6 en 2012. Incluso así, ese porcentaje se mantuvo dos puntos arriba de lo registrado en 2008.
Según el INE, en 2008, la tasa de desocupación nacional era de 89,458 hondureños y en 2009 aumentó a 101,926 compatriotas debido a situaciones como la crisis política y económica que se registró ese año y el anterior.
En 2010, cuando asumió el nuevo Gobierno, se disparó a 133,737 hondureños. Continuó su tendencia en 2011 al subir a 143,738 y en 2012 se ubicó en 120,811, o sea 23 mil menos que el año anterior. No obstante, es mayor en 31,353 que el número de desocupados de 2008.
Vea: El dolor de estar desempleado en Honduras
Promesa incumplida
Economistas consultados indicaron que este aumento del desempleo de 2009 a 2012 obedeció a la inexistencia de una política laboral del Gobierno, aunque en su defensa funcionarios de la Secretaría de Trabajo atribuyeron esa situación a la crisis económica y política de los últimos años.
Durante su campaña y en su plan de gobierno 2010-2014, el presidente Porfirio Lobo Sosa prometió generar al final de 2013 un total de 180 mil nuevos empleos permanentes, pero las cifras indican que no logrará cumplir esa promesa.
Al contrario, los empresarios, especialmente de la construcción, estiman que en estos últimos años de gestión se perdieron entre 400 y 500 mil empleos en el país.
Los más afectados
Según Horacio Lovo, gerente de estadísticas sociales y demográficas del INE, los más afectados con estas altas tasas de desempleo tienden a ser los jóvenes y las mujeres.
Según las estadísticas, el desempleo fue mucho mayor en los jóvenes menores de 30 años. Por ejemplo, en 2011, la tasa de desempleo nacional fue de 4.3%, pero en este grupo de edad fue de 7%.
Eso indica que a los jóvenes les cuesta más ubicarse en un trabajo productivo.
Por otro lado, este fenómeno afectó más a las mujeres que a los hombres. Prueba de ello es que, en 2008, la tasa de desempleo en las féminas era de 3.1% y en los hombres era de 2.9, pero en 2011 se disparó a 6.1 y 3.3%, respectivamente.
Lovo explicó que, de 2008 a la fecha, las tasas de desempleo abierto se incrementaron considerablemente, pero experimentaron una baja de más de un punto el año anterior y se espera que siga esta tendencia en 2013.
Dijo que esperaban que la crisis económica y política de 2008 y 2009 impactara al año siguiente, pero tuvo su mayor impacto en 2011, cuando se registró la “situación más fea” con índices de desempleo del 6.4% en el área urbana y 4.3 a escala nacional.
Aclaró que estas tasas de desempleo no incluyen a todas las personas que precisamente carecen de un trabajo. Por eso, aparentemente, los números de desocupados y los porcentajes que facilita el INE son bajos en relación con los problemas económicos.
“Una cosa es que los hondureños estén sin trabajo, otra cosa es que quieran trabajar y otra es que anden buscando trabajo. Entonces, cuando hablamos de desempleo estamos midiendo a las personas que están activamente buscando trabajo, más allá de que no tienen un trabajo”, explicó.
Aclaró que en Honduras, justamente por la crisis económica, el reflejo del problema laboral no se da directamente en el desempleo, sino en el subempleo; es decir, las personas que tienen un trabajo, pero de muy mala calidad, mal remunerado y sin beneficios sociales.
“El problema en el país no es el desempleo, sino el subempleo, esos trabajos que son mal remunerados, de extensas jornadas y en malas condiciones”, dijo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó en su informe panorama laboral de 2012 que los mayores descensos interanuales en las tasas de desempleo, iguales o mayores en un punto porcentual, se registraron en Ecuador y Honduras.
Gobierno falló
Para Hugo Noé Pino, economista para Honduras del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), los niveles de desempleo registrados en los últimos años reflejan el fracaso del Gobierno en esa materia, como ha ocurrido en las áreas de seguridad y control de las finanzas públicas.
Pino dijo que por la crisis económica y política de 2009, el bajo nivel del crecimiento del país y los problemas de déficit fiscal ha sido difícil reducir el desempleo y la pobreza. Destacó que en los próximos años el problema se acentuará debido a los bajos niveles de inversión pública, la inseguridad y la inestabilidad política.
A lo anterior se suma que no ha existido una política laboral definida y “es bastante claro que las políticas públicas para fomentar empleo no han dado resultado”.
Apuntó que la seguridad está íntimamente ligada a la economía y al aspecto laboral, de modo que al catalogarse a Honduras como el país más violento del mund o, esto ha afectado el nivel de inversión y empleo.
“Yo diría que a los elementos macros del país se suma que la política de empleo del Gobierno es inexistente”, concluyó el también catedrático investigador de la Universidad Tecnológica Centroamericana.
DANIEL DURÓN: Se profundizó el desempleo
El secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Daniel Durón, lamentó que el país no cuente con una política de planificación sostenible en generación de empleo y promoción de inversiones. De ahí los altos niveles de desempleo.
Criticó que no es cierto que este Gobierno haya generado 60 mil empleos o más, como defienden algunos funcionarios; al contrario, ha ocurrido un cambio de estatus del trabajador, que pasó de permanente a temporal.
Además, el 70% de la PEA está en el sector informal de la economía, lo que indica que siete de cada 10 hondureños están dentro de ese sector, lo cual es gravísimo para el país.
Recordó que con la firma del Gran Acuerdo Nacional, el Gobierno y la empresa privada se comprometieron a promocionar y generar unos 200 mil empleos en dos años, pero, al contrario, ha habido una profundización del desempleo.
CARLOS MONTES: 135 mil empleados por hora
El viceministro de Trabajo, Carlos Montes, destacó que el Gobierno ha creado políticas laborales claras como el empleo por hora, aunque reconoció que debido a la crisis de los últimos años será casi imposible alcanzar la meta de empleos permanentes prometidos por el Presidente.
Montes resaltó que el Poder Ejecutivo puso en marcha una política de trabajo a través del Sistema Nacional de Empleo que ha permitido insertar a miles de hondureños en el aparato productivo del país en alianza con las cámaras de comercio y las municipalidades.
Otro proyecto es el empleo por hora, creado por el Congreso Nacional, mediante el cual se crearon 135 mil nuevos puestos de trabajo con un impacto económico de mil millones de lempiras.
El funcionario justificó que los problemas de inseguridad, sumados a la crisis económica internacional, han impedido generar el adecuado número de puestos de trabajo, pero resaltó que tampoco ha habido una desaceleración del empleo.
GUILLERMO MATAMOROS: Hay que atraer inversión
Guillermo Matamoros, gerente regional de la Asociación de Maquiladores de Honduras, criticó que todos los últimos Gobiernos han priorizado el aumento del empleo, pero al final no lo han cumplido.
Matamoros dijo que la inseguridad jurídica y ciudadana ha tenido un impacto en la generación de trabajo y que el problema fundamental ha sido la falta de condiciones para atraer inversiones, pero para eso se ocupa un discurso y un clima apropiado del Gobierno, que no existen.
“En vez de andar en tanto tema y tanta confrontación estéril, todos los hondureños, Gobierno, empresa privada y trabajadores, debemos estar concentrados en ver cómo atraemos inversiones, ya que todos los países están en eso”.
Dijo que la inversión extranjera anda por los mil millones de dólares y crece en este campo entre 5 y 10%, pero es totalmente insuficiente para los 1.8 millones de desempleados y el 60% de pobreza.