Las empresas de café están ampliando su ayuda crediticia y asesoría técnica a productores de América Latina, África y Asia, como parte de iniciativas para asegurar granos de primera calidad conforme compiten por clientes con paladares cada vez más exigentes.
El lunes, Nestlé SA NESN.VX -0.40% informó que expandiría a África un programa que provee plantas de semilleros a sus proveedores latinoamericanos. El gigante suizo, el mayor vendedor de café del mundo, también ofrecerá programas de capacitación y replantación a agricultores de Etiopía, Kenia y Sudán del Sur. «Siempre necesitamos más café», señala Jean-Marc Duvoisin, presidente ejecutivo de la filial Nespresso. «Siempre necesitamos más café de buena calidad».
Nestlé no es la única empresa que invierte en los caficultores. A principios de julio, la estadounidense Mondelez International Inc., MDLZ -0.34% el segundo mayor productor de café del mundo, abrió una instalación para capacitar a agricultores vietnamitas, en tanto que la holandesa D.E. Master Blenders 1753 NV, DE.AE -0.08% la tercera mayor empresa del sector, ha ofrecido préstamos y fertilizantes a caficultores hondureños para mejorar su productividad.
Detrás de las iniciativas hay una carrera para conseguir los granos premium que necesitan para las cada vez más populares máquinas de tazas individuales como Nespresso y Tassimo, de Mondelez, que en general cuestan más que el café de filtro o el instantáneo. Aunque los precios del grano han caído en los últimos meses, los fabricantes han tenido dificultades para abastecerse de café de alta calidad para sus sistemas porque muchos agricultores en América Latina y Asia están abandonando las zonas rurales para mudarse a las ciudades.
«Hay una lucha por recursos», dice Frank Mechielsen, asesor de política agrícola de la organización internacional sin fines de lucro Oxfam. «Las compañías temen quedarse sin suministro suficiente en el futuro». La escasez de granos de primera calidad se ha intensificado debido al ingreso de empresas al segmento de máquinas de tazas de café individuales. Para 2015, se espera que las ventas en esta porción del mercado crezcan más de 50% a US$12.580 millones, frente a US$8.030 millones en 2012, según la firma de investigación Euromonitor International.
Asimismo, las empresas son conscientes del creciente interés de los consumidores en el origen de los productos alimenticios, un aspecto que cobró mayor importancia tras el hallazgo de carne de caballo en productos en Europa que debían contener carne vacuna. Los fabricantes también buscan evitar que los relacionen con posibles casos de explotación laboral, en particular después del reciente derrumbe de una fábrica textil en Bangladesh en el que murieron más de 1.000 trabajadores.
Empresas de café más pequeñas han empezado a asegurar sus suministros de pequeños productores, una estrategia que están copiando gigantes como Nestlé y Mondelez. «Los granos de calidad provienen de pequeños productores, no grandes cafetales», afirma Wolfgang Weinmann, quien dirige proyectos de sostenibilidad en la tostadora Cafedirect PLC. Los consumidores quieren mayor calidad».
Mondelez capacitará a unos 1.500 caficultores en su centro en Vietnam, con el fin de mejorar la productividad así como la calidad de los granos. D.E. Master Blenders 1753 también está aumentando su inversión en sostenibilidad. La compañía espera obtener 25% de su café de fuentes sostenibles para 2015, frente al entre 15% y 20% actual, pese a que esto reduciría sus márgenes de ganancia.
Mondelez está invirtiendo un promedio de US$25 millones anuales durante ocho años, una cifra diminuta comparada con los US$8.300 millones al año en ingresos relacionados con el café. Nestlé destina unos US$74 millones al año a sus proyectos de sostenibilidad para su marca Nescafé y genera aproximadamente US$17.000 millones en ventas de productos de café. «Es bueno, pero las empresas obtienen grandes ganancias del café y gastan mucho más en marketing», dice Mechielsen, de Oxfam, sobre la campaña de ayuda.
Lianne van den Bos, analista de Euromonitor, indica que los programas pueden ser beneficiosos en términos de marketing. «Es una buena forma de justificar precios más altos del café, especialmente cuando las personas se sienten mejor tomando una taza de café que ha sido elaborada de una manera sostenible». Nespresso afirma que los consumidores quieren saber cada vez más sobre lo que hacen las empresas y si actúan con responsabilidad.
Duvoisin, el jefe de Nespresso, dice que su programa, que ya lleva 10 años en América Latina, le ayudará a impulsar las ventas en el futuro ya que le da acceso a una mayor variedad de granos. «Podemos ofrecer más sabores», asevera. «Podemos ofrecer cafés más interesantes a los consumidores».