Tegucigalpa. La oportunidad de acceder a unos $200 millones a través de la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría concretarse para el tercer trimestre de este año.
Expertos que conocen los procedimientos del FMI indican que este organismo evaluará -primero- los resultados de las medidas económicas y fiscales adoptadas por el Gobierno y estudiará el comportamiento del gasto público.
“La misión en febrero… definitivamente no vendrá. Con mucha suerte (lo hará) en el tercer trimestre de este año, entre julio y septiembre, para ver si es consistente la política que el Gobierno va a seguir”, presagia Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central de Honduras (BCH) y economista para Honduras del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
“Las medidas fiscales que se aprobaron (Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas, Control de las Exoneraciones y Medidas Antievasión) puede ayudar a firmar con el Fondo porque generará más ingresos al Estado y eso reduce el déficit fiscal”, explica.
No obstante, recuerda que la reciente derogación del 15% de impuesto sobre ventas (ISV) a los productos de la canasta básica disminuirá en L1,500 millones los recursos que habían sido previstos.
“Por eso envían una misión… para hacer una radiografía mucho más actual de las finanzas públicas y determinar si los esfuerzos que están haciendo son suficientes o no”, manifiesta el economista.
Compromisos
Uno de los objetivos que persigue el acuerdo con el FMI es alcanzar la estabilidad en las cuentas fiscales y macroeconómicas, por lo que la firma dependerá de los compromisos que el Gobierno haga.
“Eso implica una reducción gradual del déficit fiscal de 7.7% (valor actual) y llevarlo a un 3 o 2% en un período de tres años. Ese es un elemento importante que debe contener el acuerdo”, señala Pino.
La deuda pública será también un punto clave porque significa el mayor gasto dentro del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República, aprobado en L183,635 millones para el ejercicio fiscal 2014.
“La deuda pública está absorbiendo una cantidad enorme de los recursos, de tal forma que en el presupuesto general hay L28 mil millones sobre eso”, expone.
“Se anuncia que se va a reducir el gasto, pero no hay medidas concretas y eso lo va a ver el Fondo”, agrega.
En materia cambiaria, el exfuncionario considera que a ningún Gobierno le conveniene una política devaluatoria acelerada, porque eso repercute en el nivel de precios, “pero sí manejar un grado de flexibilidad en el tipo de cambio; y se debe negociar libertad en la política monetaria que le permita al BCH incidir sobre la tasa de interés, de tal forma que pueda apoyarse la inversión privada”, subraya.
Otros objetivos
Carlos Borjas, viceministro de la Secretaría de Finanzas, sostiene que el Gabinete Económico trata de sanear las finanzas estatales para lograr el acuerdo con el FMI.
Sin embargo, dentro de los objetivos está también la reducción de la masa salarial de 9.5 a 8.5% en relación con el producto interno bruto (PIB).
“El rescate de las empresas públicas es una prioridad nacional y está en camino”, afirma.
Guillermo Matamoros, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), opina que con las medidas ejecutadas por el presente Gobierno será más fácil lograr un convenio con el FMI.
“Con esas señales, el Fondo va a negociar; aunque se aprobó un presupuesto, van a entrar en discusión y les van a poner metas. Antes de septiembre podría ser (el acuerdo)”, vaticinó.
Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), consideró que el FMI es consciente de que el Gobierno necesita el acurdo para obtener financiamiento de otros organismos internacionales.
“Hay muchos recursos tanto en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como en el Banco Mundial (BM) que no se han podido desembolsar por la falta de un acuerdo con ellos ”, concluye Álvarez.